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Aeroméxico está atravesando una zona de turbulencia, por dos cuestiones, principalmente: el evantual término de su acuerdo con Delta Airlines, que está próximo a cumplir siete años, y la caída en sus operaciones domésticas como resultado de la limitación de slots en el AICM, aseguró Fabricio Cojuc, especialista en temas aéreos.
En la tercera parte de la entrevista, el experto señaló que uno de los factores que influyen en el desarrollo y crecimiento del sector aéreo mexicano es el acuerdo entre Delta y Aeroméxico, el cual autoridades estadounidenses buscan deshacer argumentando violación de los términos del convenio bilateral de aviación, comentó Cojuc.
El especialista explicó que los dos pilares del negocio que Aeroméxico presentó cuando se declaró en bancarrota bajo el Capítulo 11 en Estados Unidos, en 2020, fueron la sociedad con Delta (y todo lo que esto conlleva en términos de expansión) y su crecimiento en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Actualmente los dos hechos mencionados se hallan en la incertidumbre, esto aunado a la situación de las renegociaciones de contratos con sus sindicatos este año, lo que supone “una complejidad adicional” para la aerolínea.
“Sí leemos nosotros que Aeroméxico puede estar llegando a una especie de encrucijada dependiendo qué suceda con este veredicto del DOT. La información que se tiene de Bloomberg es que el el lobby que está haciendo Delta está siendo muy muy positivo, que está haciendo que sea escuchado desde la Casa Blanca hasta los principales organismos que tienen que ver con esto, y que no es inminente una decisión; es decir, que que se va a revisar con mucho cuidado y que lo que se esperaría es que saliera una decisión tipo de medio camino, es decir, no eliminando la la alianza, pero sí poniéndole algunos candados”, afirmó.
El experto mencionó además que, aunque se diera el escenario de la culminación del acuerdo, Aeroméxico seguirá teniendo los mecanismos comerciales propios de un acuerdo de código compartido, lo que le otorga ciertos beneficios:
“Lo que no seguiría es esta inmunidad antimonopolio que le fue otorgada que les permite de facto operar como si fuera el mismo negocio, entonces pueden acordar tarifas, pueden acordar capacidad y están inmunes ante cualquier tipo de acusación de que se están coludiendo y eso para un negocio es un valor agregado importantísimo y si te lo quitan de alguna manera Delta se va a volver un competidor frontal de Aeroméxico”, afirmó.
Ante esta situación, Cojuc indicó que en caso de que la alianza con Delta Airlines termine,
existe la posibilidad de que Aeroméxico entre a una zona de incertidumbre en las rutas que opera en Estados Unidos,
“Entonces si hay digamos un potencial e impacto en cuanto a la no sustentabilidad de una serie de rutas secundarias que se han abierto, si es que Delta deja de tener injerencia y riesgo en estas operaciones y podrá seguir la alianza, pero será una alianza mucho más normal como la tienen un sin fin de aerolíneas alrededor del mundo”, dijo.
“No estoy diciendo que ya se acabó la alianza; se acabaría, si es que llega a terminar, bajo las condiciones prevalecientes hoy que son privilegiadas, entonces bajaría a un nivel de cooperación comercial más ordinario”, reiteró, lo que provocaría una competencia frontal.
El especialista señaló “Delta tiene una participación muy directa en la toma de decisiones de Aeroméxico” y actualmente hay varios factores que deben tomarse en cuenta para el desarrollo de la empresa mexicana pues actualmente su crecimiento está limitado debido a que el mercado doméstico no representa un factor de conveniencia, además al contemplar la saturación del AICM. “¿Cómo va a competir Aeroméxico?”, cuestionó.
La visión de Cojuc engloba los factores que estarían provocando un freno en el crecimiento del sector aéreo mexicano, como se mencionó en la parte 1 de esta serie, los slots, la caída en las operaciones del AICM imponen una barrera al sector nacional.
Factores de relevancia
Cojuc menciona algunas variables que podrían influir en el sector aéreo, por ejemplo, dijo que las tensiones en Medio Oriente pueden incrementar el precio del petróleo y, por ende, de la turbosina, lo que afectaría a las aerolíneas. “Esto es igual que la criptonita para Supermán”, dijo.
Añadió que los retrasos que registran los fabricantes de aviones, cómo Airbus o Boeing, también terminan por impactar el desempeño de las compañías. “United canceló pedidos de Max 10. Las aerolíneas no han podido responder a la demanda postpandemia, menos con falta de entregas de aviones”, detalló Cojuc.
Además, el especialista añadió que las elecciones, tanto en México, cómo en EU, podrían derivar en un “apretón de tuercas” para el sector aéreo mexicano, esto en caso de que el partido republicano estadounidense llegue a la Casa Blanca.
Las conclusiones de Cojuc giran en torno a las posibles afectaciones que podrían verse reflejadas en el desempeño de la aviación en México. Si bien la República Mexicana recuperó la categoría 1 aérea por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA) “hay neblina” que no deja despegar al sector mexicano.
Fuente: A21.