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Ingredientes
500 g de harina de fuerza
5 g de levadura seca de panadería (o 15 g de levadura fresca)
100 ml de agua tibia
180 ml de leche a temperatura ambiente
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de miel
25 g de aceite de oliva suave
2 litros de agua
50 g de bicarbonato de sodio
Sal gorda
1 huevo
Preparación
En un tazón mezcla la levadura con 100 g de la harina y el agua. Cubre con papel film transparente y deja fermentar hasta que aparezcan burbujas.
A esta mezcla fermentada tienes que añadirle la harina restante, la leche, la sal, la miel y el aceite. Amasa hasta obtener una masa lisa y elástica.
Divide la masa en 12 partes iguales. Enrolla cada pieza en una cuerda larga y delgada, y luego forma un lazo con la cuerda, asegurándote de presionar bien los extremos.
Hierve los 2 litros de agua con el bicarbonato de sodio. Sumerge cada pretzel durante unos segundos en la mezcla hirviendo, lo que les dará su color y textura característicos.
En un pequeño tazón pon el huevo y bátelo, luego con una brocha pinta los pretzels con el huevo batido y espolvorear con sal antes de hornear. Cocina en el horno precalentado a 220°C durante unos 15-20 minutos o hasta que estén dorados.
Los pretzels son un delicioso bocadillo que se originó en Europa, y aunque su forma tiene un significado religioso, esta preparación es un de las más populares y se consume en México como una botana deliciosa que sirve para comerse sola o acompañada de algunas bebidas, por ejemplo, cerveza y vino.
Fuente: Cocina fácil.