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El refrán “A perro flaco, todo son pulgas” es la mejor forma de describir la situación actual de Boeing y de sus 737 MAX. A los problemas del sistema MCAS —que se saldó con la paralización de toda la flota durante unos 20 meses y pérdidas por valor de más de 20.000 millones de dólares— y a los últimos percances con el fuselaje —incluida la pérdida de una puerta en pleno vuelo—, se suman fallos en el timón.
Ed Clark, ex vicepresidente y director general del programa de aviones 737 MAX | Foto: Boeing
Y es que, según informa NBC, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de Estados Unidos está llevando a cabo una investigación sobre el atasco de los pedales pedal de timón en el vuelo 1539 de United Airlines que el pasado 6 de febrero cubrió la ruta desde Nassau (Bahamas) hacia Newark Liberty (Nueva Jersey, EE.UU.).
El piloto del Boeing 737-8 informó que, durante la carrera final de aterrizaje, antes de alcanzar la velocidad de rodaje, los pedales del timón no respondieron, quedando “atascados” en posición neutral. Poco después, volvieron a funcionar y el avión pudo aparcar de forma segura, sin que ninguno de los 155 pasajeros y 6 tripulantes sufriese heridas.
El incidente fue notificado a la aerolínea que realizó nuevas pruebas con la aeronave tres días después y detectó que se volvía a producir el problema. Desde ese momento, el fallo está siendo investigado por la NTSB con la colaboración de la Administración Federal de Aviación, Boeing y Collins Aerospace.
Fuente: Tourinews.